Ciudadanos del Mundo
21/5/14
Mi Vida de "Indu"
Pues bien, como muchos de ustedes saben, el no tener un estatus migratorio (residencia, permiso de trabajo o ciudadanía) es realmente la pesadilla americana: uno vive con miedo de salir a la calle porque cree que tiene el sello de "indu" en la frente y que si un policía te ve, ya te va a llevar preso.
No te atreves a buscar un trabajo, pues nadie va a emplear una persona "ilegal".
Recuerdo que cuando mis dos primeras hijas tenían entre 2 y 3 años, no teníamos vehículo, cuando íbamos a la lavandería que quedaba como a tres bloques de donde vivíamos, nos las llevábamos en un carrito de supermercado donde también poníamos la ropa.
Como vivíamos en un pueblito de New Jersey todo nos quedaba lejos y teníamos que pagar mucho dinero en taxis y a veces ni para eso había.
Como no teníamos ningún familiar cerca, me tocó cuidar mis hijas hasta que estuvieran en edad escolar. Estuve sin trabajar como cinco años. Los cinco años más largos de mi vida. Los días se hacían eternos encerrada en un apartamento.
Durante mucho tiempo me pregunté: "Habrá valido la pena venir a vivir a un país desconocido, sin familia ni amigos, venir a coger tanta lucha?
Nos tocó limpiar pisos, picar vegetales, cortar pollos, lavar platos y muchos otros más, y aunque el trabajo no deshonra, no era a lo que estábamos acostumbrados en mi país.
Fueron tiempos muy difíciles, muchas lágrimas derramadas, muchas noches de insomnio, mucho querer empacar maletas y volver a nuestro amado país, estar con los nuestros, sentir el calor de la gente que realmente te aprecia.
Pero poco a poco y con la idea siempre de salir adelante, darle un mejor futuro a nuestras hijas y que ellas siempre nos vean como ejemplo de superación, hemos visto la recompensa de todos esos sacrificios. Puedo decir que valió la pena todo lo sufrido.
Hemos encontrado personas maravillosas aquí que nos han apoyado y ayudado bastante: Amigos sinceros y leales, personas que, sin ser familia nos acogieron como tal.
Todavía falta mucho camino por recorrer, muchas cosas por lograr, pero creo que lo peor pasó.
Este país te ofrece de todo, tienes la oportunidad de crecer, de lograr lo que te propones, pero es a base de sacrificios y perseverancia que lo puedes conseguir. Si tienes un sueño, aférrate a él. No importa si te caes, levántate y sigue firme hacia tu objetivo y lucha, no desmayes. No te des por vencido. Mantén una actitud positiva a pesar de las pruebas. No dejes que un comentario negativo te afecte. Si tienes dudas, pregunta a quien realmente sabe del tema, no te lleves de los comentarios de los que "todo lo saben".
Y tú? Cuál ha sido tu experiencia como "indu"?
29/11/13
Mi Regreso.
15/8/07
Es tu media naranja... Tu Media Naranja?
30/7/07
A todos... Gracias
- Primero, porque tengo un Padre maravilloso que me ha dado la fuerza para continuar, que me consuela cada vez que estoy triste, me ha dado la fe que necesito para saber que "puedo mover montañas" y me da paz en los momentos de tribulación. Ese es mi Dios y Salvador.
- Segundo, mi familia, sobre todo mis hermanos, porque ahora estamos más unidos que siempre y porque nos tenemos los unos a los otros, a pesar de la distancia.
- Y tercero, a ustedes, mis verdaderos amigos, que han estado conmigo, aunque no sea físicamente, con sus llamadas, sus oraciones y toda su buena vibra y a los que comparten el día a día y siempre están pendiente por lo que puede suceder. Gracias de verdad por su apoyo, por su dedicación y por demostrarme que sí existe gente sincera y desinteresada en este mundo.
23/4/07
Nadie Sabe Lo Que Tiene...
19/4/07
Algo Para Meditar
La sociedad está plagada de violencia, de vicios y de muchas cosas negativas. Y me pregunto: Qué estamos haciendo los padres? Estamos educando bien a nuestros hijos? Les estamos dando tiempo o calidad de tiempo? Les estamos inculcando valores? Por la prisa cotidiana; porque lamentablemente, un solo sueldo que entre a la casa no es suficiente, nuestros hijos no disfrutan de nosotros. Muchas veces el televisor y los videojuegos son los que están "criando" a nuestros hijos, o simplemente preferimos que estén jugando en lo que nosotros estamos realizando los quehaceres de la casa, o atendiendo otras cosas. Conocemos los amigos de nuestros hijos o los padres de sus amigos? Sabemos realmente los sitios que frecuentan nuestros hijos, qué bebidas toman? si tu hijo te dice que va al cine, realmente está ahí? Compartimos como familia los fines de semana? Salimos a comer todos juntos o nuestros hijos prefieren quedarse en casa hablando por teléfono o "chateando" con sus amigos? Tiene tu hijo la confianza de enseñarte sus correos electrónicos o sabes si tu hijo está recibiendo material pornográfico o de algún contenido negativo por Internet? Es tu hijo tu amigo? Y por último, hemos orado alguna vez en familia? Los padres queremos compensar la falta de tiempo con regalos y nos olvidamos de lo más importante: que nuestros hijos nos necesitan, necesitan que les demostremos nuestro amor con abrazos, besos y mucha comunicación. Que no los comparemos con los demás ni con sus hermanos. Que nos interesemos de verdad en ellos, que no seamos extraños viviendo bajo el mismo techo. Que nos obedezcan, no por temor, sino por respeto. Debemos involucrarnos con ellos. Enseñarlos a valorar las cosas que en verdad se deben valorar; a respetar a sus mayores, a no ser egoístas. Que los regalos que les hagamos sean porque en realidad se los merecen y no por cargos de conciencia, porque "yo quiero que mi hijo tenga lo que yo no tuve" o por el simple hecho de que deben estar "a la moda" . Sabemos que los niños son como esponjas, que todo lo absorben. Nosotros somos los encargados de que todo lo que ellos aprendan sea para bien. Tratemos de hacer todas las actividades en familia y sobre todo, enseñemos a nuestros hijos a orar y oremos junto con ellos. Somos los encargados de velar por ellos y evitar que este tipo de tragedias se repitan.